LA FLAUTA DEL SAPO



La flauta del Sapo
Muiñeira
(A. Casona - Jerónimo Granda)

Teníamos un molino
todo pintado de azul.
El molinero, yo.
La molinera,tú.

¡ Ay, juventud !

En vez de moler el trigo
molíamos amapolas.
De canciones y besos
llenábamos la tolva.

¡ Ay, juventud !

No era molino harinero,
que era molino de risas.
En las noches de verano,
¡ qué bien molía !

¡ Ay, juventud !

Molinera mía...
Molinito azul...



Cantiga de la vaca mansa
(A. Casona - Jerónimo Granda)

Era una vaca enorme,
solitaria en la braña.

En un rayo de sol
cantaba una calandria;
y la vaca la oía
sencillamente mansa.

Todo el campo calló.

Y en un sueño, la vaca
vivió trescientos años
oyendo a la calandria.

Enramadas de yedra
florecieron sus astas;
se helaron en el viento
sus dos hilos de baba;
se le durmió el paisaje
sobre los ojos de agua;
y sintió -mansamente-
que le nacía un alma.

Fue en mi niñez vaquera.
Yo recuerdo a esa vaca
entre la yerba verde
paciendo leche blanca.



Encanto de luna y agua
(A. Casona - Jerónimo Granda)

La luna pesca en el charco
con sus anzuelos de plata.
El sapo canta en la yerba,
la rana sueña en el agua.
Y el cuco afila la voz
y el pico contra las ramas.

Con su gesto de esmeralda,
la rana, soltera y sola,
desnuda al borde del agua.
La luna, quieta y redonda.

-Cuco ,cuclillo,
rabiquín de escoba,
¿Cuántos años faltan
para la mi boda?

Habló el cuco desde el árbol:
- Rana pelona,
chata y fondona,
si quisieres maridar,
rana pelona,
fofa y buchona,
habrás de saber cantar...

Cantar y bailar,
y llevar la luna
del agua en tu ajuar.

Estaba la rana
con la boca abierta;
le cayó la luna
como una moneda.

Chapuzón, y al charco...

* ¡ Hoy cantó la rana
un cantar tan blanco !

Dijo la rana: - qué linda canción !
Dijo el sapo: - de luna y amor.
Dijo la rana:- de amor sin marido...
Dijo el sapo: - yo duermo contigo.
Dijo la rana: - preñada me quedo.
Dijo el sapo:- de un gran caballero

La rana parió un lucero...
¡ mi Dios, cómo lo besaba !
Todas las mañanas viene
a verlo la luz del alba.
- ¿ Cuánto me das, lucerito,
por que te saque del agua ?

- Yo no quiero que me saques
ni ser estrella de plata,
que yo tengo sangre verde
de yerbas y de espadañas.

Ay, mi casita de juncos,
ay, mi casita del agua,
ay, con macetas de luna,
ay, con barandales de algas...

La rana tiende pañales,
y el sapo toca la flauta.

* Los versos en cursiva fueron suprimidos, con,
licencia, para el ajuste musical.



El milagro pequeño
(A. Casona - Jerónimo Granda)

¿Aquella pobre niña
que aún no tenía senos!...

Y la niña lloraba:
-Yo quiero tener senos.
Señor, haz un milagro;
un milagro pequeño.
Pero Dios no la oía,
allá arriba, tan lejos...

Y cogió dos palomas,
se las puso en el pecho...
Pero las dos palomas
levantaron el vuelo.

Y cogió dos estrellas,
se la puso en el pecho...
Las estrellas temblaron
y se apagaron luego.

Y cogió dos magnolias,
se las puso en el pecho...
Las dos magnolias blancas
deshojaron sus pétalos

Y cogió dos panales,
se los puso en el pecho...
Y la miel y la cera
se helaron en el viento.

¡Un Milagro, Señor,
un milagro pequeño!...

Pero Dios no la oía,
allá arriba, tan lejos.
Y un día fue el amor;
se le entró pecho adentro
¡y se sintió florida!
Le nacieron dos senos
con pico de paloma,
con temblor de luceros,
como magnolias, blancos;
como panales, llenos.
¡Igual que dos milagros...
pequeños!



Bajo el calor solar
(A. Casona - Jerónimo Granda)

Bajo el calor solar
se tuestan los arroyos
tendidos a secar.

Una implacable siesta
les arranca la piel
igual que a las culebras.

Ya no tienen mirada.
Ya perdieron la voz.
Ya están desnudos de agua.



Rodando por el monte
(A. Casona - Jerónimo Granda)

Rodando por el monte
bajó la niebla al campo.

Se enredó en las aliagas,
se despeinó en los álamos,
se prendió en los espinos,
se recostó en los pastos.

Dejó todo el paisaje
con los ojos vendados.



Aire de acordeón
(A. Casona - Jerónimo Granda)

Y esas islas de tesoros
en la mar de los piratas,
con algas en la cintura
y estrellas entre las ramas...

Y esas sirenas, dormidas
en la mar de los piratas,
amargas de sal morena,
blancas de luna mojada...

¡ Proa al viento, marinero !
a la mar de los piratas;
hacia las islas encintas
y las sirenas amargas.

¡ Ay, si yo tuviera un barco
de madera de guitarra !



Querencia
(A. Casona - Jerónimo Granda)

Mi barco nació en el monte;
era un abrazo de pinos
verdes en el horizonte.

* Hoy, salobre y mareante,
¡qué alborozo de la costa,
y qué relincho de savias
en los mástiles sin hojas !

Verdes pastos de mi sangre,
pinares de la ribera,
campo verde, viento verde...

-Capitán, cuando yo muera,
entiérrame en tierra verde
de cara a la primavera.

* El verso en cursiva fue suprimido, con licencia,
para el ajuste musical



Estampa marinera
(A. Casona - Jerónimo Granda)

El sueño de los grumetes
en el azul sin orillas
¡ qué geografía borracha
de ron y estampas marinas !

Palmeras y taparrabos,
témpanos de estrellas frías,
cañaveral de culebras,
y nieblas contrabandistas.

¡ Ay, beso de las mulatas !
¡ Ay, novia de la barquía !

¡ Ay, correr hielos y soles,
pisar la luna caníbal,
y en delfines desbocados
echar a pique las islas... !

El sueño de los grumetes
borrachos y sin orillas.



Poema del sapo
(A. Casona - Jerónimo Granda)

Todo trémulo y nidio, cantor de los marjales,
el sapo hila cadejos de leyenda en su rueca;
tiene el ojo fatídico de los dioses bestiales,
y es deforme y enano como un ídolo azteca.

Espigador de ritmos en el silencio brujo,
sacerdote del éxtasis en las verdes orillas...
Siempre que lo contemplo me sugiere el dibujo
de un adiposo Buda, soñador en cuclillas.

Ciego de los romances, ronco de trasnochada,
el de la flauta anfibia y las manos en cruz,
y la humilde anguarina de esmeralda mojada,
y los ojos saltones espantados de luz.

Salud, hermano el sapo: te persiguen las gentes
porque dicen que tienes la baba emponzoñada,
porque eres triste y feo, porque embrujas las fuentes,
porque pareces una canción despatarrada;

y tú, poeta oscuro sin amor ni fortuna,
tú, sapo franciscano, sin sol y sin hogar,
cantas sobre los campos encharcados de luna
recordando el silencio con tu humilde cantar.

Salud, maestro el sapo, poeta de rodillas:
da humildad a mi verso; la humildad de cristal
con que mirais lo eterno de las cosas sencillas
el sapo y los filósofos: meditando en cuclillas.

Mi infancia sabe a música de tu flauta rural.